La Armada de Estados Unidos, había soñado con alcanzar un invento de tal magnitud, pero ahora, son los investigadores chinos, quienes han logrado desarrollar el arma más sofisticada en la actualidad: un obús inteligente propulsado por un cañón electromagnético que logra alcanzar velocidades Mach 7 (8643,6 km/h).
Según un reciente informe de South China Morning Post, este proyectil representa un avance sin precedentes en los ámbitos militares. Durante su vuelo, puede recibir señales del sistema de navegación satelital BeiDou y ajustar continuamente su trayectoria con una precisión impresionante, manteniendo un margen de error inferior a 15 metros. Con una velocidad de 2.500 metros por segundo, esta arma es altamente precisa y efectiva.
Aunque, no se descartan ciertas limitaciones al atacar objetivos pequeños y en movimiento, como tanques; su potencial es inmenso cuando se trata de alcanzar blancos más grandes, como buques de guerra o puertos. Este avance podría representar un punto de inflexión en el campo de batalla, ya que permite lanzar ráfagas de proyectiles al mismo tiempo que se mantienen las capacidades de precisión y largo alcance de los misiles.
Sorpresa es, que China ha logrado lo que la Armada de Estados Unidos no pudo. En 2012, Estados Unidos planteó por primera vez la idea de desarrollar un «obús de ensueño» como una forma de consolidar su dominio global. Sin embargo, a pesar de sus esfuerzos, no pudieron cumplir su objetivo. El proyecto se mantuvo en investigación hasta 2017, pero en 2021 fue abandonado sin más información pública disponible.
Por otro lado, el equipo de investigadores chinos aseguró que lograron esta hazaña sin recibir ayuda externa; el grupo liderado por Feng Junhong, del Laboratorio Nacional Clave de Energía Electromagnética de la Universidad Naval de Ingeniería de China, no tuvo ninguna orientación ni introducción a los sistemas de navegación con misiles, armamentos, ni en componentes de navegación por satélite. Esto demuestra las capacidades de desarrollo tecnológico autónomo en China, pues, el impacto de esta invención es histórico.
Con este proyectil inteligente, China ha superado a Estados Unidos en un campo donde antes se consideraba líder indiscutible. Además, el hecho de que hayan logrado este avance sin contar con ayuda externa es un testimonio del creciente poder tecnológico y militar de China.
Con este desarrollo, China ha sentado las bases para una nueva era en el panorama militar mundial. La posibilidad de lanzar andanadas de proyectiles altamente precisos y rentables cambia las reglas del juego y plantea desafíos importantes para el resto de las potencias militares. Ahora, más que nunca, se requiere una reevaluación de las estrategias y capacidades de defensa de cada país.
Esta noticia no solo es relevante para el ámbito militar, sino que también tiene implicaciones políticas y geopolíticas. China ha demostrado una vez más su capacidad para innovar y buscar el liderazgo en tecnología y defensa. Este avance sin duda generará preocupación en otras naciones, especialmente en Estados Unidos, que ve cómo su dominio global es desafiado.