Alístese: Primera jornada del Día sin carro y sin moto de 2024

Según lo establecido en el Decreto 036 de 2023, este jueves 1 de febrero se llevará a cabo el primer Día sin carro y sin moto en Bogotá del año 2024.

«Por medio del cual se establecen medidas para la circulación de vehículos automotores y motocicletas en la ciudad de Bogotá D.C. el primer jueves del mes de febrero de todos los años y se dictan otras disposiciones», dicta el decreto.

La Alcaldía de Bogotá, en cabeza de Carlos Fernando Galán, confirmó que la restricción en la circulación de los vehículos y motos particulares, se realizará el primer jueves de febrero de 2024 en la capital del país. La medida empezará desde las 5 de la mañana de este jueves y se extenderá hasta las 9 de la noche.

Según el decreto 036 de 2023, esta medida tiene como finalidad promover la movilidad sostenible, fomentando el uso de transporte como la bicicleta, carros eléctricos, patinetas eléctricas, entre otros.

La Alcaldía realiza algunas aclaraciones, entre ellas, que, según dice el decreto, el beneficio de Pico y Placa Solidario no será válido durante el Día sin carro y sin moto.

Así mismo, el concejal Rolando González, de Cambio Radical, ya le envió una propuesta al alcalde Galán para que durante el día sin carro en Bogotá los usuarios puedan tener tarifa cero en dos ingresos a TransMilenio con sus tarjetas personalizadas. Esta propuesta está aún por definirse. Consúltela aquí.

Los bogotanos podrán movilizarse en esta franja horaria designada a través de todo el sistema de transporte público de Bogotá, en taxis o para quienes decidan ir en bicicleta, podrían usar el nuevo Sistema de Bicicletas Compartidas que dispone de más de 2.500 bicicletas para atender la demanda.

¿Cuál sería la multa por salir en el Día sin carro y sin moto en Bogotá?

Incumplir esta disposición podría acarrear una multa de 522.900 pesos, además de la inmovilización del vehículo.

Esta sanción está estipulada en el Código Nacional de Tránsito en la infracción C.14: “Transitar por sitios restringidos o en horas prohibidas por la autoridad competente”.

¿Quiénes pueden circular el Día sin carro y sin moto?

Las motocicletas y vehículos particulares no podrán circular por la capital este 1 de febrero de 2024 desde las 5:00 de la mañana y hasta las 9:00 de la noche, de acuerdo a lo estipulado en el decreto 036 de 2023. No obstante, esta medida tiene algunas excepciones, aquí le contamos:

  1. Transporte público
  2. Vehículos y motos conducidos por personas en condición de discapacidad o para su transporte.
  3. Vehículos y motos de emergencia.
  4. Vehículos y motos propulsados por motores eléctricos.
  5. Rutas escolares.
  6. Carrozas fúnebres.
  7. Vehículos de transporte de valores.
  8. Vehículos con capacidad para movilizar más de 10 pasajeros.
  9. Vehículos y motos de empresas de servicios públicos domiciliarios.
  10. Transporte destinado al control del tráfico y las grúas.
  11. Caravana presidencial.
  12. Vehículos y motos militares, de la Policía Nacional y de organismos de seguridad del Estado.
  13. Vehículos de servicio diplomático o consular.
  14. Motos de vigilancia y seguridad privada.
  15. Vehículos asignados por la Unidad Nacional de Protección.
  16. Motocicletas, vinculadas a empresas, plataformas tecnológicas y/o establecimientos.
  17. Transporte para el control operacional y el mantenimiento del Sistema Integrado de Transporte Público.
  18. Vehículos y motos para el control de emisiones y vertimientos

Consulte aquí el decreto.

No cesan los incendios en los cerros orientales

Continúan activos los incendios forestales en Cundinamarca, la última cifra revelada por las autoridades, fue de 12 hectáreas consumidas y más de 350 personas que han trabajado arduamente para debilitar las llamas, en los cerros orientales de Bogotá.

Por su parte, Carlos Galán, actual alcalde de Bogotá, afirmó que las zonas siguen siendo monitoreadas hora a hora, por drones del Ejército Nacional y Bomberos. Además, por medio de cámaras térmicas, se ha logrado constatar, que en la noche se alcanzó a extinguir el 90% de las llamas. 

Los efectos del fenómeno del niño, han agigantado las crisis forestales en en el país; el pasado martes 23 de enero, se reportaron incendios en seis municipios de Cundinamarca. Siete incendios en lugares diferentes de Bogotá, deja una alerta por la calidad de aire, sobre todo en Guaimaral, Fontibón, Carvajal con alerta naranja, y Suba con alerta roja. Cabe resaltar que, en los cerros orientales están sembradas especies invasoras como de Pino, Eucalipto y retamo espinoso, que han contribuido a que el fuego se propague rápidamente y la biodiversidad local sea afectada.

Las CAR (Corporaciones Autónomas Regionales), en han asegurado en sus últimos comunicados, que los incendios regionales lastimosamente van a continuar sobre todo en la Orinoquía y todo Cundinamarca, y piden colaboración de la ciudadanía. De igual forma, el material particulado que queda tras las conflagraciones, estará presente por varios días y hasta semanas en la ciudad, según las declaraciones entregadas por las autoridades. Por otra parte, cabe resaltar que uno de los factores, que contribuyen el deterioro del aire, son exógenos, fuentes móviles e industrias.

El último informe de la delegación de Bomberos en Cundinamarca, informó que se está trabajando en 17 puntos clave, entre ellos: Subachoque, Zipaquirá, Fomeque, Chocontá, Nemocón, Gachancipá, Tocancipá, Sibaté, Suesca y otros.

Condiciones climáticas en Colombia:

Este año, ha predominado el tiempo seco y soleado en amplias zonas, a causa del fenómeno del niño. Según un informe oficial del Ideam, en las últimas horas se ha registrado un prolongado tiempo seco en varias regiones del país, lo que ha llevado a una escasa presencia de nubes y a intervalos prolongados de sol.

Las regiones más afectadas por esta sequedad han sido el Caribe, la Andina y la Orinoquia; a diferencia de estas áreas secas, las regiones del Pacífico y del Amazonas experimentaron una mayor presencia de nubes y lluvias. Sin embargo, en San Andrés, Providencia y Santa Catalina, las condiciones secas prevalecieron, con cielos mayormente despejados y/o parcialmente nublados.

En cuanto al pronóstico para las próximas 24 horas, el Ideam informó que se espera un dominio continuo del tiempo seco en las regiones Caribe, Andina, Orinoquia, norte del Amazonas y el suroriental del Pacífico. Esto significa que la falta de lluvia y la presencia de sol persistirán en estas áreas.

Sin embargo, en contraste, se pronostican lluvias de moderada intensidad en el suroeste de Chocó, en los litorales de Valle del Cauca y Cauca, así como en el sur de Amazonas, sobre el trapecio amazónico. En el archipiélago de San Andrés y Providencia, se espera un tiempo seco con cielos parcialmente nublados.

Estas condiciones secas y soleadas en amplias zonas del país son motivo de preocupación, ya que podrían agravar la sequía que afecta a varias áreas y tener un impacto significativo en la agricultura y el suministro de agua. Las autoridades y los ciudadanos deben estar alerta y tomar medidas para mitigar los efectos de esta sequedad prolongada.

Biodiversidad altamente perjudicada

La fauna y flora de todo el territorio nacional se ha visto afectada; son cientas las emergencias registradas en lo corrido de este 2024, principalmente en Antioquia, Santander y Cundinamarca, pero, son más de 580 municipios los que están en alerta roja por incendio y 47 más por deslizamientos. Según datos entregados por el Ideam, este año ha tenido un nuevo récord en altas temperaturas registradas a causa del fenómeno del niño, con Jerusalén, Cundinamarca, municipio que alcanzó los 40.4° C.

La biodiversidad y las especies endémicas siempre son las más azotadas, cientas de especies son desplazadas por los incendios forestales y la fuerte contaminación; arruinando los ecosistemas locales, con la pérdida de bosques y animales, efectos negativos en la calidad del aire y aumento de contaminación atmosférica.

¿Cómo prevenir incendios forestales?

1. Evitar hacer fogatas cerca de bosques o cuerpos de agua, especialmente en condiciones de fuertes vientos, altas temperaturas y una gran cantidad de material combustible.

2. Siempre recoger los residuos generados, ya que, especialmente el vidrio y el plástico pueden actuar con efecto lupa y causar incendios si se exponen a la fuerte luz solar.

3. No quemar residuos, ya que, se pueden salir de control o quedar mal apagados, lo que generaría contaminantes peligrosos y provocar incendios en áreas forestales.

4. No fumar en zonas de alta vulnerabilidad, de hacerlo, desechar las colillas apagadas en un contenedor adecuado. Si una colilla cae sobre material vegetal seco y hay viento, puede iniciar un incendio.

5. Evitar reforestar zonas con especies invasoras en lugares vulnerables.

Así funciona el trabajo comunal y participativo

El trabajo comunal y participativo es una de las principales herramientas para fomentar el desarrollo y la inclusión social en Bogotá. Este enfoque promueve la participación activa de todos los ciudadanos en la toma de decisiones y la ejecución de proyectos que beneficien a la comunidad en su conjunto. A lo largo de los años, se han implementado diversos ejemplos de trabajo comunal y participativo que han demostrado su efectividad para mejorar la calidad de vida de los habitantes de la ciudad.

Uno de los programas más destacados es el de Presupuesto Participativo, que permite a los ciudadanos decidir cómo se invierten parte de los recursos públicos. A través de asambleas y mesas de trabajo, los ciudadanos pueden proponer y priorizar proyectos que consideren importantes para su comunidad. Estos proyectos van desde la construcción de parques y centros comunitarios hasta la implementación de programas de educación y salud. Además, el Presupuesto Participativo cuenta con un componente legal que, por ahora garantiza la transparencia y la rendición de cuentas en la ejecución de los proyectos seleccionados.

Otro ejemplo de trabajo comunal y participativo es el programa de Jornada Única en las escuelas. Este programa busca garantizar una educación de calidad para todos los niños y jóvenes de Bogotá, extendiendo la jornada escolar y ofreciendo actividades extracurriculares en áreas como el arte, el deporte y la tecnología. Para su implementación, se realiza una consulta previa con los padres de familia, los docentes y los estudiantes para conocer sus necesidades e inquietudes, y así diseñar un plan de acción que se ajuste a las particularidades de cada institución educativa. Este programa cuenta con un marco legal que establece los derechos y deberes de los diferentes actores involucrados, así como los recursos y el cronograma de ejecución.

Además de estos ejemplos, la participación ciudadana se ha fortalecido a través de la creación de espacios de diálogo y concertación entre las autoridades y la sociedad civil. Por ejemplo, se han implementado consejos locales de planificación y participación ciudadana, donde los ciudadanos pueden expresar sus opiniones y propuestas sobre temas de interés colectivo. Estos espacios permiten que los ciudadanos sean parte activa en la toma de decisiones, y que sus ideas y preocupaciones sean tenidas en cuenta a la hora de formular políticas públicas. Además, estos consejos cuentan con un marco legal que establece su funcionamiento, composición y atribuciones.

El marco legal está regido por la Constitución Política de Colombia, quien incluye leyes, decretos y resoluciones que establecen los mecanismos y procedimientos para la participación ciudadana, así como los derechos y deberes de los diferentes actores involucrados.

  1. Ley 152 de 1994: Establece las bases para la participación comunitaria en la gestión del desarrollo territorial y la organización y funcionamiento de los comités de desarrollo comunitario.
  2. Ley 388 de 1997: Regula el ordenamiento territorial y establece la participación ciudadana en la planificación y gestión del espacio urbano.
  3. Ley 743 de 2002: Establece la participación de la comunidad en la gestión ambiental y la implementación de proyectos de desarrollo sostenible.
  4. Ley 1622 de 2013: Regula la participación ciudadana en la formulación, ejecución y control de políticas públicas.
  5. Decreto 1011 de 2006: Establece las normas para ejecutar la participación ciudadana en la planeación y gestión del desarrollo local.

El trabajo comunal y participativo en Bogotá, es un ejemplo de democratización de la gestión pública y de promoción de la inclusión social, que se ha fortalecido gracias a la participación ciudadana y al compromiso de las autoridades en promover la inclusión social y el desarrollo sostenible. Sin embargo, es importante destacar que este enfoque no solo se basa en la participación de los ciudadanos, sino también en el cumplimiento de una normativa legal que garantiza sus derechos y su capacidad de incidir en la toma de decisiones.

Aumento en las participaciones comunitarias

A través de la implementación de diferentes mecanismos de participación, las Juntas de Acción Comunal y los Consejos Locales de Planeación, han logrado que la integración ciudadana haya aumentado significativamente. Los proyectos llegan cada vez más profundo a las comunidades, logrando que los ciudadanos puedan expresar sus necesidades y propuestas, además, de ser tenidos en cuenta en la formulación de políticas y proyectos.

El IDPAC (Instituto Distrital de Participación y Acción Comunal) lleva a cabo actividades de capacitación y formación para fomentar la participación de los ciudadanos, con talleres y cursos sobre liderazgo comunitario, gestión de proyectos y derechos ciudadanos, entre otros temas. Esto ha permitido empoderar a los ciudadanos y promover su involucramiento en la construcción de una ciudad más inclusiva y equitativa.

Por otra parte, el IDPAC ha trabajado de manera destacada es en la promoción de la convivencia y la solución pacífica de conflictos. A través de programas como «Mediación Escolar» y «Vecinos Mediadores», se ha buscado fomentar una cultura de paz y diálogo en la ciudad. Estas iniciativas han contribuido a reducir los índices de violencia y mejorar las relaciones entre los habitantes de Bogotá.

En términos de desarrollo comunitario, Bogotá ha tenido crecimiento en sus proyectos; logrando así, mejorar la infraestructura barrial y fortalecer la capacidad organizativa comunitaria. Se realizaron trabajos de pavimentación de vías, construcción de parques y mejoramiento de viviendas, entre otras actividades; y con estas intervenciones han ayudado a mejorar la calidad de vida de los residentes en las zonas más vulnerables de la ciudad.

Mantener activa la participación ciudadana, es un elemento clave para el desarrollo de la ciudad y la toma de decisiones en asuntos locales. Según los últimos informes presentados, las localidades de Bogotá que se destacan por tener una mayor participación ciudadana con el IDEPAC son: Usaquén, Chapinero y Santa Fe. Estas tres localidades se caracterizan por contar con numerosas fundaciones y organizaciones comunitarias, líderes sociales y ciudadanía en general, todos comprometidos con mantener la participación activa en la toma de decisiones y la promoción de iniciativas ciudadanas.

Por ejemplo, en Usaquén, se han llevado a cabo diversos encuentros vecinales y jornadas de participación en las que los ciudadanos han tenido la oportunidad de expresar sus inquietudes y aportar ideas para mejorar el desarrollo urbano y la calidad de vida en la localidad. En Chapinero, se destaca la presencia de numerosos colectivos ciudadanos, asociaciones y grupos de acción comunitaria, que se han involucrado activamente en la formulación de políticas públicas y proyectos de desarrollo local, en estrecha colaboración con el IDEPAC. A su vez, en la localidad de Santa Fe, los ciudadanos han participado en consultas populares, asambleas barriales y otras iniciativas impulsadas por el IDEPAC, demostrando una fuerte voluntad de construir una ciudad más participativa y inclusiva.

Estas localidades se convierten en ejemplos a seguir para el resto de la ciudad, mostrando que la participación ciudadana es una herramienta fundamental para el desarrollo sostenible de Bogotá. El compromiso y la colaboración entre el IDEPAC y los ciudadanos de estas localidades son clave para lograr una gestión más transparente y democrática en beneficio de todos los habitantes de la ciudad.

La participación es el derecho y capacidad de los ciudadanos de participar en la gestión pública y de ser parte de las decisiones que les afectan en particular sobre un tema o interés y en general en materias de políticas públicas, programas y proyectos relacionados con sus comunidades. En conclusión, la gestión del IDPAC en los últimos años ha sido fundamental para promover la participación ciudadana, fortalecer la convivencia y mejorar el desarrollo comunitario en Bogotá. A través de sus acciones, los ciudadanos lograron una mayor participación en el proceso de toma de decisiones de la ciudad y se creó espacio para el diálogo y la resolución pacífica de conflictos. No hay duda de que el trabajo del IDPAC ha contribuido a construir una ciudad más participativa y equitativa para todos.

 

 

La fuerza del tejido cultural comunitario en Bogotá

El trabajo comunal es una práctica ancestral que ha sido parte fundamental en el desarrollo social y cultural de las comunidades alrededor del mundo. En Bogotá, esta actividad ha tenido un papel destacado en la conformación y fortalecimiento de la ciudad, fomentando el sentido de pertenencia y la participación ciudadana.

La Secretaría Distrital de Hábitat y el Instituto Distrital de la Participación y Acción Comunal (IDPAC) han articulado y liderado la promoción y consolidación del trabajo comunal en la capital colombiana. A través de los diversos programas y proyectos (más de 241 iniciativas), estos organismos han logrado fortalecer el tejido social, promover la solidaridad entre los habitantes de la ciudad e impulsar las actividades mediante las Juntas de Acción Comunal.

Una de las principales manifestaciones del trabajo comunal en Bogotá ha sido la realización de jornadas de limpieza, creación de huertas urbanas, mejoramiento de calles, construcción de parque con material reciclado y embellecimiento de los barrios. Estas actividades involucran a los vecinos y vecinas de diferentes sectores, quienes de manera voluntaria y desinteresada se unen y logran consolidar armonía social.

Otra forma de trabajo comunal en la ciudad es la realización de proyectos de desarrollo comunitario. Estos proyectos pueden incluir la construcción de infraestructuras, la implementación de programas educativos o culturales, el mejoramiento de servicios básicos, entre otros aspectos que buscan mejorar la calidad de vida de los habitantes de Bogotá. A la fecha, la Secretaría Distrital de Hábitat ha destinado una inversión de 4.300 millones de pesos para desarrollar estas actividades.

El Instituto Distrital de la Participación y Acción Comunal ha promovido la participación activa de las comunidades en la toma de decisiones y en la ejecución de proyectos. Además, entregan a la comunidad nuevos cursos y diplomados certificados en diferentes áreas, de esta manera, se espera empoderar a los ciudadanos y ciudadanas, haciéndolos partícipes en la construcción de su propio desarrollo. 

Para garantizar que las escuelas participativas se conviertan en lugares cívicos y democráticos de educación y educación, colaboramos con varias organizaciones e instituciones públicas (algunas activas, otras discontinuadas) y, en particular, tenemos muchas aportaciones. Como parte de nuestros servicios, organizamos reuniones, conferencias y eventos para ofrecer una variedad de experiencias educativas relevantes a las necesidades educativas de los bogotanos.

Por otra parte, están las llamadas Obras con saldo pedagógico, con ellas se implementan iniciativas relacionadas con el entorno y el hábitat sostenible, apalancando propuestas lideradas por las Juntas de Acción Comunal y organizaciones sociales aliadas con un presupuesto de hasta $15.000.000 millones para cada ejecución.

En conclusión, el trabajo comunal ha sido una importante herramienta en la historia de Bogotá, contribuyendo a la cohesión social y al fortalecimiento de la identidad de la ciudad. Gracias al Instituto Distrital de la Participación y Acción Comunal, se ha impulsado esta práctica y se ha logrado el involucramiento activo de la ciudadanía en la transformación y desarrollo de su entorno.