El pasado sábado 20 de enero, hacia el mediodía, en su residencia en Medellín, la reconocida abogada y política Piedad Esneda Córdoba Ruiz, sufrió un devastador ataque al corazón del que no pudo recuperarse, a pesar de los esfuerzos médicos por salvar su vida en la Clínica Conquistadores.
La líder política colombiana fue trasladada a Quibdó, allí en un emotivo homenaje y eucaristía realizado el domingo 21 de enero, sus seguidores, amistades y familiares le dieron el último adiós.
Por consiguiente, llevaron el féretro hasta el Congreso de la República, ubicado en el centro de Bogotá; inicialmente se sufrieron algunos retrasos, haciendo que el cuerpo de Piedad Córdoba estuviera en su destino, alrededor de las 11 de la mañana, dos horas más tarde de lo previsto.
La entrada principal del Capitolio Nacional fue habilitada para el ingreso de los visitantes, quienes contaron con el apoyo permanente de la Policía Nacional durante el evento; el féretro estuvo disponible al público, hasta las 5:00 pm, donde miles de ciudadanos tuvieron la oportunidad de rendirle un mensaje y despedirse.
¿Quiénes estuvieron en su velorio?
Miles de simpatizantes y seguidores de la senadora; grupos étnicos, culturales y diversas minorías. Mujeres activistas, comunidades afros y demás colectivos sociales. De igual forma, entre las personalidades políticas que asistieron a la emotiva ceremonia se encontraba Gustavo Petro, actual presidente de Colombia, quien modificó su agenda en Medellín para estar presente y dar sus condolencias a la familia de la senadora. También se destacó la presencia de Francia Márquez y los ministros de Minas, Deportes y Trabajo, entre otros.
Durante el homenaje en el Congreso, se llevaron a cabo diversos actos en honor a Piedad Córdoba, así como representaciones culturales para resaltar su legado. Su cuerpo será transportado posteriormente a Medellín, donde se realizarán las debidas exequias.
¿Qué sectores se ven afectados por su muerte?
Córdoba Ruiz, se destacó por su compromiso con los acuerdos de paz y su labor en la liberación de secuestrados por las Farc, fue una figura influyente en el Congreso, desempeñándose como representante a la Cámara y Senadora durante varios períodos.
La abogada de la Universidad Pontificia Bolivariana, luchaba incesantemente por un Estado social y de derecho. Ahora, tanto los líderes del Senado y la Cámara, como sus compañeros de ambas corporaciones, expresan su profundo pesar por la pérdida de esta icónica mujer.
Natalia Castro, hija de la senadora, expresó en una entrevista con Caracol Radio su admiración por su madre, calificándole como «una grande, una mujer que siempre luchó por sus ideales y pensamientos, así quiero que sea recordada. Estoy segura de que donde se encuentre, seguirá luchando».
Piedad Córdoba, fue reconocida como una figura importante del Partido Liberal en Colombia. Sus posturas de izquierda le granjearon tanto simpatías como antipatías, pero su arduo trabajo en la promoción de leyes a favor de las comunidades afro, las mujeres y el colectivo LGTBI, la hicieron trascender y marcar una diferencia en el panorama político del país.
Asimismo, encontró apoyo en sectores que consideraron necesario un cambio en las políticas económicas y sociales del país. Estos sectores, incluyendo organizaciones sindicales y campesinas, respaldaron su agenda de justicia social y redistribución de la riqueza. De igual forma, buscó aumentar la inclusión de las minorías, la participación de las mujeres en la política y la búsqueda de la paz a través del diálogo y la negociación.
Sin embargo, Piedad Córdoba también enfrentó una fuerte oposición, principalmente de grupos conservadores y de derecha en Colombia. Estos sectores cuestionaron su postura con grupos armados ilegales, así como las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), y la han acusado de ser partícipe de ideas revolucionarias. También fue criticada fuertemente, por su cercanía con líderes de países como Venezuela y Cuba.
De igual forma, Córdoba fue por muchos años, objeto de ataques e intimidación por parte de grupos paramilitares y narcotraficantes, quienes veían amenazada su influencia en las regiones donde ella trabajó. Varios de sus colaboradores fueron asesinados; ella misma sufrió grandes ataques y amenazas, una evidencia de los desafíos que enfrentó en su carrera política.
La partida de Piedad Córdoba dejó un vacío en diversos sectores, en el ámbito político colombiano; su muerte deja cuestionamientos y polémicas, pero aun así, sus seguidores aseguran que su legado perdurará en la memoria de quienes luchan por la justicia social y los derechos humanos.
